El precio de la vivienda en la Ciudad de México (CDMX) está cada vez más lejos de las posibilidades económicas de los capitalinos, lo que se ve reflejado en el rezago del inventario inmobiliario.
Al respecto, Raúl Bautista González, director ejecutivo de operación del Instituto de Vivienda (INVI), resaltó la importancia del desarrollo de la vivienda social:
“Hay una producción privada que está pensada con fines de lucro, no para resolver las necesidades de la gente, sino para incrementar las cuentas bancarias de empresarios inmobiliarios. Por eso hay un montón de edificios vacíos, porque las personas no tienen casa, pero tampoco pueden pagar las que hay, están prácticamente excluidos”, afirmó.
Asimismo, indicó que una propiedad de 57 a 60 metros cuadrados de desarrolladoras privadas tiene un precio de entre un millón 700 mil pesos a dos mdp; en cambio, uno del INVI cuesta la mitad.
De acuerdo con un reporte de Tinsa, la capital mexicana es el lugar en el que las casas o departamentos nuevos tardan más en venderse.
Una unidad pasa hasta 24 meses en inventario, mientras que en Santiago, Lima y Bogotá el promedio fue de 14, cinco y 15 meses, respectivamente, durante el segundo trimestre del 2022.
Hasta ese mismo periodo, la CDMX reportó una oferta de 58 mil 988 viviendas, lo que representa una tercera parte de lo registrado a nivel regional.
Desarrollar unidades habitacionales económicas que no superen los 600 mil pesos se ha vuelto un reto frente al encarecimiento de los materiales de construcción y el alza en el precio de la tierra.
Así, los desarrolladores se han inclinado hacia la construcción de vivienda de gama alta, haciendo que la CDMX se convierta en la metrópoli más costosa de Latinoamérica.
“La vivienda en la CDMX se ha encarecido mucho y si no existiera la producción social, no habría la posibilidad de tener acceso a un hogar digno”, señaló la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.